Menudo marrón me tengo que comer hoy. El viernes pasado quedé con mis amigos para ir a un Karaoke y ver el duelo definitivo entre J y X. Pero una conjura de necios y una amalgama de sentimientos incontrolados y repentinos y hicieron abortar mi incursión en el mundo Karaokil.
Ahora es el momento de dar explicaciones, porque ya deben estar bastante hartos de que les dé tantos plantones. Y aunque mi inventiva es buena, no creo que ellos se merezcan que les suelte una de romanos. Pero tampoco me apetece explicarle que aquí una servidora le dio un ataque agudo de calimeritis con amagos de mártir. Debe ser la proximidad de la semana santa.
No sé como voy a afrontar esta contienda, mi plan de batalla es casi inexistente, estaba pensando en una incursión rápida e inesperada, pero me faltan efectivos. También cotejé la idea de una retirada deshonrosa, ¿pero qué tipo de General sería sin honra?
Estoy por pedir asilo a Lichtenstein, pero aquí una no es una cobarde, al menos si su vida no corre peligro. Si me disculpan ahora he de beber la sangre de un carnero y hacer una ofrenda a mis dioses, para que estos estén conmigo en la batalla. Los Dioses me han comunicado que están hasta los mismísimos de la ofrenda floral, que si les puedo pasar algo de papel y una buena china, que me lo agradecerán más. Estos dioses ya no son lo que eran, no debí ceder a sus exigencias de instalarles el Discovery Channel.
...los cojones son para las ocasiones...:D Suerte y al Toro :)
Posteado por mOe:) - 30 de Marzo 2004 a las 10:49 AMJeje! Diles que estabas conmigo, que te surgió un desesperado romance de la nada...
Seguro que algo se te ocurre...
Ánimo!
Yo siempre acudo al "iba a ir, pero por el camino me asaltó desde el cielo una luz muy potente (que deslumbraba, pero sin cegar), y cuando se fué resulta que habían pasado dos días y yo sin enterarme".
Posteado por Somófrates - 30 de Marzo 2004 a las 11:44 AMEso de la luz termina siendo un tumor en el cerebro que te hace sumar, restar y dividir números de varias cifras en cuestiones de segundos. El final es el previsible en estos casos: no acudes ni al karaoke.
Lo mejor es no ir, asumiendo públicamente que el espectáculo karaokoril sólo le sienta bien a Scarlett Johansson.
Joder, y te perdiste la de juntoooooos cafe para doooooooos, no se .. en no se que de compañíaaaaa
Ahí no se, pero aqui ir a un karaoke es oir a perturbados cantando esa canción un y mil veces hasta la saciedad...
Posteado por Turandot - 31 de Marzo 2004 a las 01:37 AM