Esta es la historia de Teresa y Alberto dos personas que pudieron escribir la más bella historia de amor, pero no lo hicieron.
Teresa era una joven discreta, tímida y reservada que nunca había salido con un hombre y que había idealizado a un compañero hasta el punto de llegar a pensar que un simple rollo de una noche de borrachera se había convertido en el inicio de una bella historia de amor. Que aquel beso era el primer beso del hombre a la cual algún día llamaría marido, que aquel beso era el inicio de la más bella historia de amor. Pero aquel beso solo fue eso, un beso.
Alberto era un joven escandaloso, extrovertido y divertidoa que nunca se había enamorado de una mujer. Alberto llevaba varios años bloqueado sexualmente y preocupado por una sequía de afecto que duraba ya demasiado tiempo. Alberto era un chico curioso que quería saber que era eso de tener pareja, estar enamorado y disfrutar plenamente de su sexualidad.
Un buen día Teresa conoció a Alberto, fue en una conferencia soporífera sobre la condonación de la deuda externa. Teresa ya le había visto un par de veces en la cafetería. Alberto se había cruzado con ella varias veces pero nunca se fijo realmente en él.
Después de la conferencia fueron hacer el café juntos y comenzaron a hablar y descubrieron que estaban ante una persona especial.
Teresa vio un hombre divertido, seguro, fuerte y apasionado. Alberto vio una mujer delicada, amable, gentil y cariñosa. Teresa le pidió permiso para volver a verlo y Alberto le dijo que claro que sí. Teresa creía haber encontrado a su alma gemela. Alberto creía haber encontrado una amiga. Teresa y Alberto quedaron muchas veces, fueron a cenar, de copas, al cine, a dar una vuelta,... Teresa no se dio cuenta que Alberto solo veía en ella a una amiga y Alberto no se dio cuenta de que Teresa veía en él a algo más que un amigo.
Pasado unos meses Teresa se armo de valor y le dio un beso casto y puro a Alberto, pasado unos meses Alberto supo que aquello ya no era una amistad. El tiempo había convertido a Teresa y a Alberto en pareja pero sin tener una relación de pareja. Alberto necesitado de amor y pasión, accedió a ser la pareja de Teresa. Teresa romántica empedernida vio en Alberto el hombre de sus sueños, el padre de sus hijos, su alma gemela. Alberto ocupaba ahora el papel que antes había ocupado aquel compañero traidor que había jugado con sus sentimientos y que le había besado sin amarla profunda y desesperadamente.
Teresa no sabía del amor, de la pasión, de la exaltación,... Alberto no sabía nada del amor, del romanticismo, de la ternura,...Teresa no era lanzada, Alberto no era paciente, Teresa quería creer, Alberto quería ver, Teresa iba, Alberto venía, Teresa soñaba, Alberto también soñaba, pero no era con Teresa.
Teresa le dijo te quiero a Alberto y Alberto le dijo que él no la quería. Teresa creyó que el tiempo le haría cambiar Alberto quiso pensar que con el tiempo quizás llegaría a quererla. Alberto siempre decía lo que sentía, lo que, pensaba, lo que quería. Teresa solo escuchaba. Alberto quiso poner fin aquel sin sentido de relación, Teresa pidió una segunda oportunidad. Alberto le dijo que le daba una segunda oportunidad, pero mientras salían esas palabras de su boca ponía una fecha de caducidad a su relación con Teresa.
Teresa quiso cambiar, quiso ser la persona que no era, quiso ser la persona que Alberto anhelaba, pero Teresa no era esa persona y ella en el fondo lo sabía.
Alberto se hizo gélido, Teresa se hizo melancólica. Alberto no quería hacerla daño, Teresa quería hacerle bien. Alberto no encontraba las palabras ni el momento. Teresa temía que Alberto pronunciara esas palabras y que encontrara ese momento.
El tiempo hizo mella y Alberto pronuncio las palabras con rabia y resentimiento, Teresa no quiso creerlas, no quiso escucharlas, no quiso sentirlas. Alberto no tenía corazón y Teresa no tenía pasión, por eso esta es la historia de Teresa y Alberto dos personas que pudieron escribir la más bella historia de amor, pero no lo hicieron.
Bueno, es una historia un poco triste..Pero a una persona no se la puede hacer cambiar nunca :) Todos tenemos nuestra propia forma de ser. Si o si? jiji
Posteado por HeydY - 18 de Junio 2004 a las 11:13 PMLa de Albertos y Teresas que hay sueltos...
Besos.
Joder, que echa polvo me quedé... :(
Posteado por Turandot - 19 de Junio 2004 a las 02:39 AMLas más bellas historias de amor no pueden escribirse...se viven o no, pero ni se inventan, ni se construyen, simplemente pasan. (Segun cuentan...:))
Posteado por mOe:) - 20 de Junio 2004 a las 10:15 PMY pese a todo... tenemos la obligación de conservar la fé!
Aish! Apio, me pone los pelos como escarpias leerte...
Eres una mujer increible
Un abrazo
Una historia tristemente común...
Posteado por Jesús - 24 de Junio 2004 a las 11:27 PM