La fiebre, el calor, la diarrea y la dificultad de respirar ya no me preocupan porque había llegado a ese punto donde el bien y el mal se unen, había llegado a ese punto donde todas las preguntas se responden, había llegado a ese punto donde se alcanza la perfección.
No había fumado nada, no había bebido nada, no había aspirado nada, simplemente había visto la verdad y ni estaba ahí afuera ni estaba en posesión de un niño borracho. Llegar a poseer la verdad infinita no había sido fácil pero tampoco tan difícil como mis maestros me hicieron creer, solo tuve que alargar la mano y contemplar.
Contemplar como el hijoputa del dueño de aquel antro nauseabundo no había puesto papel en los urinarios y confirmar que aquel agujero que podríamos llamar water no disponía ni de papel, ni de agua, ni de luz, ni de mi escasa dignidad.
Y fue entonces cuando alcance la perfección, la verdad absoluta y al hijoputa del gerente de aquel garito por el pescuezo.
Jejejeje, cuánta razón tienes...Es ley de vida en los aseos de los bares...habría que escribir una ley que prohibiera algo así, y sería mucho mjor si además hicieran algo con las largas colas a las tantas de la madrugada, cuando apenas puedes aguantarte...en fin, una lista de quejas eterna para ciertos aseos de algunos garitos!!Un abrazo
Posteado por Bruixeta - 3 de Agosto 2004 a las 01:43 AMCada día me alegro más de ser hombre...ni cilas ni probleas de papel...algo bueno tendría que tener!!
Posteado por Curro - 3 de Agosto 2004 a las 01:43 PMPues que yo sepa los tíos cuando cagan también se limpian el culo con papel, bueno los tíos que no son unos guarretes, que te he pillao Currillo.
Posteado por apio, la caracol en descomposición - 3 de Agosto 2004 a las 10:15 PM