Realmente no se hizo la miel par la boca del asno. No estoy hecha para madrugar, mejor dicho no estoy hecha para trabajar. Soy floja, muy floja. Eso lo sé yo y 9 de cada 10 dentistas. Pero la vida parece que no se percata (bonita palabra) que una servidora nació para vivir de rentas. Y por ahora la única renta que he visto es el IRPF y encima la tuve que hacer yo. ¡Funcionarios! Atajo de vagos, como os envidio.
Si me hice estudiante era precisamente por no trabajar, lo del futuro y lo del conocimiento también estaban ahí, pero lo que me hizo decantar por el mundo universitario fue precisamente eso, que si estudiaba no curraba. Pero los profesores parecen no estar por la labor, ¡Funcionarios! Atajo de vagos, como os envidio.
Claro está que para eso se creo el deporte nacional, no me refiero al fútbol, no. Sino al quejing, no hay nada mejor para empezar un poco el día que un poco de maldigo mi estampa, maldigo al hombre del tiempo, maldigo a mi jefe y humanos yo os maldigo. Nada que después de cagarse en to lo que se mueve y en to lo que se está quieto, que se encuentra uno mejor, ¡vaya! Con ganas de comerse el mundo. Si más no de darle un mordisco en la oreja al más puro estilo Tyson.
Haz como yo, ¡estudia para funcionario! Todo son ventajas, ¡hasta que te sacas la oposición puedes seguir viviendo como un adolescente!
Y cuando te la sacas ya no tienes que trabajar por lo que te queda de vida. En serío, todo son ventajas.