Mi primera conmoción chispas.
Estaba yo haciendo mis quehaceres laborales, cuando de repente un a pared temeraria se me abalanzó contra mí y me golpeó la cabeza.
Después de recibir tal envestida por dicha pared, parece ser que el suelo también se había compinchado con la pared y me golpeó a su vez en la cabeza.
Mientras estaba estirada en el suelo y esperando que alguien me socorriera, he visto pasar toda la vida del quiosquero por delante. Esperaba que me pasara la mía, pero es lo que tienen las conmociones que nunca hay dos iguales, o al menos eso es lo que me ha dicho el socorrista de la piscina municipal.
Y claro está, ahora que sé lo que sé del quiosquero del parque no sé con que cara voy a pedirle mi zumo de piña, mañana. Creo que voy a comenzar a traerme le zumo de casa, será lo mejor, visto lo visto. Traerme el zumo de casa y alejarme de paredes sospechosas.
Claro que si, mujer!
el zumito de casa, que seguro que le sale mas baratito!!!
viva la economía doméstica!!!