El hermano de una buena amiga se casa, pero se casa a la antigua usanza. Con iglesia, padrinos, lista de boda, lista de invitados, banquete, altar con flores, cámaras,
Ese tipo de eventos que a cualquiera le haría helar la sangre. Sí cualquiera, menos a las madres. Las madres, disfrutan organizando este tipo de eventos. Siempre se quejan que nadie les ayuda, que la otra parte no se lo agradece, que es mucho trabajo, que si patatín o si patatán. Pero en el fondo se sienten en su salsa.
Porque una madre es así, es un pda con patas, solo una madre es capaz de recordar todos y cada uno de los santos de los miembros de una familia, el día que nació el hijo mediano de la prima segunda, sí la que su padre hizo la mili en Jaén. O recordad el día en que te dejaste olvidada la mochila en el autobús escolar, aunque de eso haga ya más de 15 años.
Solo una madre es capaz ha organizarte la habitación de tal manera que parezca salida de un catálogo de IKEA, aunque tú después seas incapaz de encontrar ni tan siquiera el interruptor de la luz.
Pues mi amiga, que en esto no es muy conservadora, en el poco rato que quedamos para tomar algo, recibió 3 llamadas de su madre, y todas para hablar de la organización de las mesas. Y eso que no es ella la que se casa, y que en teoría quien debe organizar la boda es la familia de la novia (que me consta que también está pasando un calvario con las mesas). Así que les dije que lo hicieran por sorteo, que durante la misa repartieran boletos, y antes de llegar al restaurante montarán una timba. Eso lo haría más emocionante, al menos para el marido de tu prima segundo, aquel que se perdió en el parque de atracciones, que es un poco ludópata.
Madre no hay más que una, pero algunas parecen dos...:)
Posteado por mOe:) - 17 de Julio 2006 a las 12:30 PM