- Señor, señor ¿me quiere polinizar?
- ¡Perdona? ¡Que has dicho?
- ¿Me quieres polinizar?, ¿por favor?
- No, no era cuestión de educación. Chiquilla, sabes lo qué estás diciendo.
- Sí, si quiere usted polinizar mi florecita.
- Dios, mira ricura, no creo que sepas lo que estás diciendo, anda guapa, vete a jugar con los otros niños al parque.
- Sí, si que lo sé. Me lo explicó ayer mi papá. Los papas ponen una semillita en la florecita de las mamas, y después al cabo de 9 meses, nace una preciosa princesita.
- Si, claro, ricura. Pero tú no eres una mamá.
- Ni tú, un papá, tío mierda, ¿que? ¿echamos un kiki?
- Perdón, perdón, Pero cría, ¡que palabras son esas!
- ¿te ponen?, se muchas peores
- Oye niña, vete a jugar a la arena, o le digo a tu padre lo que acabas de decir.
- Que diez euros más bien, gastados, y las risas que nos hemos echado. Tenemos que dejar de usar a tu hermanita, para esto. Un día se entera tu padre y se nos cae el pelo.
- Tú te preocupas de mi viejo, un día le dicen que si, ¿y a ver como salimos del paso?.
- Anda vamos a comprarle el bollicao a tu hermana. Que sino el sábado que viene, no lo hace.
Yo le hubiese dicho que sí, claro.
Por cierto, se escribe jUventud...
Posteado por Jake - 28 de Enero 2007 a las 01:57 PM¡Yo quiero una hermana pequeña para hacer eso!
Posteado por Cél.. - 28 de Enero 2007 a las 01:58 PMJo...Nunca se me había ocurrido eso...Habrá que probar...
Posteado por rosereta - 28 de Enero 2007 a las 09:28 PMJajajajajajaja!!!!
Posteado por Zibuk - 29 de Enero 2007 a las 12:20 PM