En honor a un amigo que se fue de viaje y se negó a contarme nada, porque según él todo lo que te cuento lo cascas. Pues nene, ahora vas y lo cascas.
Así que como no me cuentas nada, pues me lo invento, y ya sabes que eso es peor, mucho peor.
Mi amigo, que para guardar el anonimato, llamaremos Jordi Ferriols Roig fue de vacaciones a un país imaginario llamado Tailandia. Un lugar de vacaciones que es famoso por sus
¿cómo decir esto cuando eres una dama y no quieres decir PUTAS?. Un país famoso por sus
PUTAS. Eso es, famoso por sus putas. Creo que se me ha entendido.
Nos contaba que nunca había caminado tanto como aquellos 5 días que estuvo en Tailandia. (Por lo visto las putas estaban muy lejos) Y cuando llegaba al hotel caía rendido hasta tal punto que hasta el tercer día no cayó que su compañero de habitación era una cucaracha de Marsella, que estaba allí haciendo un reportaje fotográfico para el Sports Illustrated. Es que después de caminar un día entero e irte de putas, pues nene, no me extraña que llegues rendido al hotel.
Pues el bueno de Jordi, Jordi Ferriols Roig, que se fue solo, sin su novia, al regresar y hacer la típica quedada para enseñar las foticos de las narices hizo una gracia. Que a mi me partió de risa, pero a él le partió la cara.
Estaban haciendo los típicos comentarios sobre lo bonito que es, lo diferente que es la gente de allí, las maravillas de su cultura ancestral. Mientras todos pensábamos y sus putas, y sus putas, y sus putas también. Hasta que una persona (que no diré su nombre, porque esa persona quiere permanecer en el anonimato y me ha pagado por ello) soltó la gran pregunta ¿pero te fuiste de putas, o qué?.
En ese momento Jordi se puso rojo como un churretón de kechup (los tomates ya no son lo que eran) y soltó solo te diré una cosa. Había una oferta si te acuesta con 40 putas en una sola noche no te cobramos ni un céntimo. Y efectivamente no me gasté ni un céntimo en putas Que tuviera que aguantar dos horas de fotos valió la pena, par ver unas gafas voladoras, la increíble HulK, la vida de Jordi pasar en un segundo por su cara, las fotos esparcidas por todo el salón y todos nosotros admirando las maravillas del gotéele.
Por más que el chico insistió que tan solo había sido una broma, aquella fue la última reunión en que acudió su novia. Es una pena, porque a mi el boxeo siempre me ha gustado. Pero lo entiendo, si mi novio se hubiera acostado con 40 en una noche, también le parto la cara, mira que decirme que no puede más de 4 en una noche y después se va al extranjero y hecha 40. ¡Eso si que no! Una puede ser cornuda pero no gilipollas.
^¿Pero cómo se te ocurren estas cosas??? JAJjaja eres mi ídolo.
Posteado por Zibuk - 15 de Febrero 2007 a las 02:47 AM