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21 de Febrero 2007

Seguimos amarillos

Gracias a un comentario de lady Zabuak y de una teoría del señor eljamón, tengo el post de hoy.
Así que lo primero es darles las gracias, este post es gracias a esos dos entes. Así que si no les gusta pues les parten las piernas a ellos. Si por en cambio les gusta todo y absolutamente todo es gracias a mí. Y si creen en las hadas, ya saben, aplaudan.


Somos jóvenes y tenemos hambre y poco dinero. Y a veces hace frío para ir paseando por las calles de Barcelona mientras degustamos un delicioso dürum o una pita. Así que solemos ir muy a menudo a restaurantes chinos, que ponerme mucha comida a unos precios muy asequibles.
En una de estas reuniones gastronomitas, vaya que teníamos hambre y estaba abierto el chino de la esquina, que Un amigo nos explico su teoría sobre los restaurantes chinos y su servicio al cliente.
Hay que decir a todo esto que la sangría ya se había servido un par de veces, no sé si eso es a nuestro favor o en nuestra contra. Pero como jurista creo que puede ser una atenuante y si nos esperamos dos jarras más de sangría yo incluso pediría una eximente por estar bolingas perdidos debido al consumo de substancias alcohólicas (art 20 del código penal español, si no lo han cambiado).
Después de esta flipada de jurista, les explico la teoría de mi amigo.
Mi amigo decía que en un chino jamás te traerán palillos a menos que tú se los pidas. Y es ahí donde entraba en juego su teoría: a los chinos se les tiene que pedir todo 3 veces para que te lo traigan. Y me jode tener que darle la razón a alguien que no sea yo. Así que para no tener que dar mi brazo a torcer, me dirigí a mi camarera, una china muy simpática que sonreía y me decía a todo sí. No es un estereotipo es que en el master de chinismos les enseñan a ser así. Ellos en su casa son de un amargao y maleducado que lo flipas, pero en el curro son realmente amables y simpáticos.
Vaya como tú y como él, yo me abstengo a meterme en el saco de la amabilidad, ¿vale hijosputillas?
Pues como decía, me negaba a darle la razón, así que para tirarle por los suelos su teoría (que entre nosotros comparto) de las tres veces. Le dije a mi camarera “tráenos 3 palillos, tráenos 3 palillos y tráenos 3 palillos”, lo más rápido que pude, jamás he hablado tan rápido sin escupir, y en aquella ocasión tampoco lo hice.
Y la china se limpió la saliva, dijo si, y la vimos pasar de nosotros durante otros 15 minutos hasta que le volví a escupir lo de “tráenos 3 palillos, tráenos 3 palillos y tráenos 3 palillos”, está vez ni me preocupé por la salivación, ya llevaba 2 copas de sangría de más. Así que después de poner el uniforme a secar, volvió a ignorarnos durante los siguientes 15 minutos. Hasta que ya desquiciada le chillé, “esos palillos ¿vienen o no vienen?”. Eso hizo que mis amigos me reprocharan mi mala educación, pero hizo que la camarera nos trajera los palillos. Y con una sonrisa triunfante dije. Para que un chino te traiga lo que le pides, no basta con repetírselo hasta la saciedad, ni con escupirle, le debes chillar desde la otra punta del restaurante y ser maleducado.
Después de que nos trajeran los palillos, continué comiendo con el tenedor, es que ya lo había ensuciado.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 21 de Febrero 2007 a las 01:45 PM


Comentarios: Seguimos amarillos

Me ha encantado, pero por favor, no me partas nada.
Una amiga mía estudia chino y me dijo que en chino no hay una palabra para decir "SÍ", entonces, repiten la palabra con un "-ne" detrás, o algo así. Así que otra amiga llegó a la conclusión de que por eso repiten siempre todo: si tú dices "tráeme unos palillos", ellos, nunca te dirán "sí", o "ok"; sino que te dicen ese rayante "palillos, chi". Y siempre lo repiten. Cosas de la cultura, tal vez?

Posteado por Zibuk - 22 de Febrero 2007 a las 02:12 AM

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