¿Qué no me gusta dar explicaciones? No creo que eso sea del todo cierto. Me encanta dar explicaciones, Lo que no me gusta es decir la verdad de porque hago o dejo de hacer las cosas.
Entiéndanme, prefiero explicar una de indios, pero entiendan bien, indios alienígenos de una secta demoníaco amantes de los Mariachis, que la triste, aburrida y muy privada verdad.
Además mis explicaciones siempre son mucho más amenas que la verdad. Mis amigos las prefieren, o al menos las toleran. Y yo disfruto con ellas. Somos todos felices ellos porque se ríen un rato y yo porque puedo dejar ir mi imaginación un buen rato haciéndolos participes.
Así que ¿Por qué narices insistió tanto en pedirme explicaciones?
Debió de ser que hacía mucho tiempo que no nos veíamos y ya se había olvidado que es imposible sacarme toda la verdad. ¡Ni con sacacorchos! Tardó bastante en desistir, pero al final todos logramos convencerlo que lo mejor era apoltronarse y reír.
Me duelen las costillas de tanta gilipollez que hemos soltado.
Si M vuelve a soltar que soy la gran desconocida americana no respondo de mi. Momento cúspide de la trobada mientras nos hinchábamos a dulces hemos decidido todos ponernos a régimen en cuanto acabáramos con el buffet libre de postres, Eso si el café de después con sacarina. ¿Por principios? ¿Por gilipollas? No, solo por joder al camarero. Y de camino a casa, oye ¿sabes que me apetecería mucho ahora?,
Ni fuerza de voluntad, ni criterio, ni sal de fruta a mano, dios pero que atajo de impresentables que sois, si todos es culpa de las malas compañías con las que me ajunto. Que lo sé. Que yo soy buena.
Avui només he menjat verd. ¡El gelat era de festucs (pistatxus)!
Posteado por bitxillo - 3 de Mayo 2007 a las 07:05 PM