60 eurazos en sellos de 30 céntimos. Creo que ya he tocado fondo. Un miércoles más, les traemos miércoles de Schopenhauer.
Para no ser menos, porque una es lo más, hoy tocaremos el divertido tema de ¿Quienes somos?.
Al principio nadie se preguntaba quien éramos. Por lo que podemos deducir que ya lo sabían o que antiguamente no eran mucho de preguntar.
Después la cosa se debió hacer más tediosa (el invento del tupper hizo mucho daño) y comenzaron a hacerse preguntas. Una de las primeras preguntas fue ¿qué? Realmente su capacidad de comunicación era algo limitada así que no se coscaban de la misa la mitad. De ahí surgió el ¿qué?. Y con el qué, la salsa de alcaparras.
Después de innovar la cocina prehistórica, los humanos empezaron a cogerle gustillo a esto de preguntar. Los niños humanos más que los adultos humanos todo hay que decirlo. Pero lo que realmente les hacía flipar pepinillos era responder a las preguntas.
En aquella época no puntuaban las respuestas eso fue una decisión posterior de la DGT, apoyada por la SGAE.
Y un buen día al fin se formuló la pregunta ¿Quiénes somos?
Se hizo el silencio. Y se sirvió el vino, tras la tercera copa de vino. Comenzaron a fluir las respuestas. Y fue con los chupitos y el carajillo cuando se llegó a la verdad.
¡Nosotros somos la polla en vinagre! Y todo el mundo brindó por ello.