Ya creía que se me escapaba un septiembre más sin el constipado de marras. Pues ayer alcance los 39 y en mi cerebro se oía 39 y subiendo.
Aunque me negaba a meterme en la cama y perder mi tarde. Mi tarde de paz y tranquilidad. Mi tarde de deseada soledad. Llego un momento en que o me metía en la cama o me desplomaba en el suelo. ¡Y acababa de fregar el suelo!
Y ahora estoy jodidísima, pero al píe del cañón, que si evo otro taza de sopa le vomito a alguien. Espero que no haga controles antidoping en la oficina.
Un Buen achús a todos.
Por cierto tengo un catarro de PECHO. Y tengo una 100, ¡imagínense que peazo de catarro!
Váyase a la cama, pardiez. Y deje de dar el coñazo en la oficina.
Posteado por Jake - 28 de Septiembre 2007 a las 11:44 AM