Oficinas de una consignataria cualquiera de una ciudad cualquiera por la mañana, de una mañana cualquiera, claro. Un montón de gente aporreando sus teclados, haciendo fotocopias, tomando cafeses, fumando en el lavabo como delincuentes, hablando por teléfono (algunos incluso hablando por teléfono de cosas de trabajo), etc. Ya saben, la típica rutina de oficina. De repente una espesa capa de niebla invade toda la oficina, y las luces se tornan rojizas y amarillentas cual espectáculo de Judas Priest.
- ¿Apio Lemurovitch of Ulhm, por favor?
- Si, esa de ahí, la morena.
- Gracias.
- ¿Apio Lemurovitch of Ulhm?
- Sí, un momentito ahora le atiendo.
(5 minutos después, 7 llamadas, 9 correos y 2 videos del youtube )
- ejem ejem
- si, en seguidita, envio esto y le atiendo.
- ¿Apio Lemurovitch of Ulhm?
- Si, yo misma, disculpa, una mañana muy liada.
- Apio Lemurovitch of Ulhm he venido a por tu alma inmortal.
- ¿pero traes cheque o lo harás por transferencia bancaria?
- ¿perdón? He dicho VENGO A POR TU ALMA INMORTAL (con reverberación incluida)
- Disculpa, no te había entendido. Me parece que no va a ser posible la tiene el banco, una hipoteca a 30 años. ya sabes, los pisos están carísimos y los suelos bajísimos.
- ¡Soy el demonio en persona, niñata! Sé perfectamente que no tienes una hipoteca. Los bancos son uno de nuestros mayores proveedores.
- Pero me gustaría tenerla.
- Déjate de tonterías VENGO A POR TU ALMA INMORTAL.
- No recuerdo habértela vendido, es más no recuerdo haberla comprado.
- ¿Tú no deseas la eterna juventud?
- No, esa es Sara Montiel o Ana Rosa Quintana, yo lo que quiero es ser rica a cagar.
- Eso también lo puedo hacer ¿sabes? ¿Pero tú no llevas toda la semana lamentándote por lo de tu cumpleaños?
- Sí, pero ya fue, ayer por cierto no me felicitaste.
- Voy muy liado, es una mal época, con esto de las alergias.
- Entiendo, entiendo.
- Bueno, ¿quieres ser rica a cagar?
- Sí claro. También quiero tener éxito y buena salud.
- Espera, espera. Elige, ser joven, ser rica, tener éxito o tener salud. Todo no puede ser.
- ¿cómo que no?
- ¡COMO QUE NO!
- ¡Eh! ¡Eh! no te sulfures, ¡ups! perdón, es que tengo mejores ofertas, sabes.
- ¿como? Yo soy el demonio, solo yo compro almas a cambio de los más oscuros y básicos deseos.
- Pues que sepas que la semana pasada estuvo aquí un genio de lámpara que me ofrecía 3 de esos deseos a cambio de que le frotara.
- ¡No me lo puedo creer!
- Eso mismo dije yo, mira que tomarme por una de esas que frotan a los hombres a cambio de cosas.
- ¿y sabes donde puedo contactar con ese genio de lámpara?
- Pues lo cierto es que me dejó esta tarjetita por si me lo repensaba.
- Gracias.
- Eh! Eh! ¿A donde crees que vas?
- ¡Ah, te lo has pensado! Vas a venderme tu alma, ¿no?
- No, no, es que la tarjeta, te la he dejado para que te apuntes el teléfono, no te la he dado. ¿Si no te importa devolvérmela?
- Claro, bueno, que tengas un buen día
- Igualmente. Y al salir deja la puerta abierta que alguien se ha dejado encendida la máquina de hacer humo de los JudasPriest.
¿Ve? Es usted tan vieja que ya viene La Muerte a por usted.
Posteado por Jake - 16 de Abril 2008 a las 12:23 PMNO ERA LA MUERTE, ERA EL DEMONIO
Posteado por apio - 16 de Abril 2008 a las 12:28 PMJAJAJa! Ya ta qui la apio de siempre!
Feliz regreso
A ver si es verdad, comienzo a echarme de menos
Posteado por apio - 17 de Abril 2008 a las 09:50 AM