Tengo un sofá nuevo que te cagas por las bragas, nen. Y lo tengo por la patilla. Tras unos gastos inesperados pero totalmente necesarios. Las guitars y el volante del Mario eran totalmente imprescindibles. Al fin algo gratis. Un sofá que ni viviendo tres vidas podría permitirme. Pero debido a una donación totalmente voluntaria. Si, totalmente. Yo no tengo nada que ver con los Miami. Al fin, tengo un sofá a mi altura.
Eso si, a los invitados les seguiré haciéndolos sentar en las sillas incómodas. Que no piensen que el nuevo nivel de vida se me ha subido.