No es ningún secreto que me fascinan los críos y que me repugnan los ancianos. Así que cuando una compañera de curro me pidió que me quedara una tarde con su angelito no tuve ningún problema en mandarle a la mierda y aceptar. Es increíble lo que llega a tragar la gente por tal que le cuides el nene.
Este era nene porque a parte de haber nacido con la deficiencia de tener solo un cromosoma X, el pobre nació en Argentina. Lo sé, la crueldad a veces se ceba con los más débiles.
Es increíble como un canijo de 5 años puede intentar psicoanalizarte y analizar cada palabra, gesto y moco que te sacas. El hecho que tras explicarle mi teoría al renacuajo sobre los Argentinos en vez de mandarme al carajo, no desistió, y continuó tocándome las pelotas.
-Niño, mira que tengo la wii.
-Sí, pero vos tenes algún juego que estimule, porque Pa solo me deja jugar a juegos que estimulan mi intelecto.
- ¿intelecto va con v?
- si (Menos mal, por un momento me asusté mucho. Pensé que tenía ante mi una versión reducida (más reducida) de Eduardo Punset.)
- no sé si estimulan el intelecto pero en este puedes coger una katana, una uzi, un cuchillo explorador, un bazoca, un lanzallamas. A mi me encanta la katana, pero he de reconocer que el lanzallamas
- ¿tenes jugo de zanahorias? (juro que pensé que se quería decir juego, no zumo)
- Hombre, matar a los yakuzza a zanahoriazos debe molar pero quizás haría el juego un poco lento ¿no crees?
- No, boba, me refiero si VOS tenes jugo de zanahoria en el refrigerador.
- No, pero tengo cerveza.
- ¡Soy un niño!
- Lo sé, bobo, te la iba a dar sin alcohol.
- ¿leche?
- No, esa la tengo toda con alcohol.
- Mmmm ¿agua?
- ¿del grifo?
- Mmmmmm
- Espera! Ya sé, te gusta la cocacola, a los niños os gusta la cocacola, ¿verdad?
- ¡Si me gusta muchísimo!, pero Pa no me deja tomar pepsi.
- ¡Jo con tú Pa! no te deja hacer nada. Pero bueno esto no es Pepsi es cocacola, así que yo no le evo nada de malo. Además a dormir te vas a tú casa.
- ¡Yo no me hago pis encima, que no soy un bebé! (super-indignado)
- No te sulfures monstruo, que no iban por ahí los tiros. Anda bebe y calla. A ver, ¿que te parece si bajamos al parque tu interactúas con los otros pequeños monstruo y yo mientras me tomo un cervecita en el quiosco?
- ¿parque en miércoles? Guauuuuuuuuu yupi yupi yupi
- ¿tu padre no te deja ir al parque los miércoles? ¿es que sois adventistas?
- ¡Advent
qué?
- Adventista son unos pequeños seres mitológicos que comen raíces y no pueden ir al parque los miércoles.
- No lo sé. Pero solo me dejan ir al parque los viernes, sábados y domingos.
- Entonces supongo que nos tendremos que quedar aquí
- No, no, no , vamos al parque, vamos, yo no le diré nada a Pa.
- ¡Jodío niño!, Pero lo de la cerveza y de las katanas si que estabas dispuesto a rajar ¿verdad? Venga, anda, coge la chaqueta que nos vamos para el parque.
Claro después a las ocho cuando vino su madre a recogerlo, el niño encantado que lo cuidara. Eso si se extraño un poco, que estuviera tan achispado a esas horas. Lo achacaremos a la emoción de estar conmigo durante toda una tarde.