Tema de conversación de estos días: El tiempo.
Es como estar constantemente atrapada en un ascensor con Montes de Oca.
Para colmo estoy con el asma, ¡que novedad! Y M no para de recordarme que una vez me salvó la vida. Y pasearse por toda la oficina como si debajo de esa horrible camisa de leñador llevara el traje de superman y el slip se le metiera entre los cachetes del culo.
Ya le he dicho mil veces que no se preocupe que le cederé mi primer vástago, que no olvidaré mi deuda vital con él. Difícil, si cada tres minutos se pasea ante mis morros y me lo echa en cara. Si ya me imagino yo a Superman paseándose por el Daily Planet recordándole a Jimmy Olsen la infinidad de veces que le ha salvado la vida. O Batman enviándole sms cada 20 minutos al comisionado recordándole que le ha salvado la vida en incontables ocasiones: l juvs psao volví a slvrt l vid,bsos. ¿Qué quieren que le haga no pude contenerme de poner lo de besos?, ¡es Batman!
Así que tengo que alternan insulsas conversaciones sobre el tiempo con recordatorios de mi salvador. Y aún mi compañera de piso me dice que en mi curro da gusto trabajar todos tan cordiales. ¿Cordiales? Solo los saludos son cordiales, los demás son pequeños hijosdeputilla bajo una dura-coraza de amabilidad y educación. En esta empresa todos somos encantadores bastardos. ¡Ay, ahora me emocioné!
Excepto "A" que esa es border-line y punto. Supongo que así cubrimos la cuota de discapacitados. Sí, señores, no me sientan bien los días del medio, lluviosos y con deudas vitales pendientes.