Ayer vi la discusión más penosa del mundo. ¡Pero que competitivo puede llegar a ser el macho alpha! Y lo bruta que me ponen.
En casa éramos tan pobres, que mi padre no tenía números rojos, porque no nos podíamos permitir el lujo de la tinta a color.
Yo era el único en la escuela que en vez de heredar la ropa de sus hermanos mayores la heredaba de las cuerdas de los tendederos de los vecinos.
Mi primera bicicleta: le faltaba la goma del manillar, no tenía frenos, le faltaba la rueda de atrás y la de adelante, uno de los pedales estaba roto y
Lo cierto es que no era una bici, sino el viejo palo de la escoba, pero le habíamos escrito con boli BH.
Para Navidad mi madre solo nos regalaba un calendario, ¡y nos había de durar todo el año!