Me acaba de llamar una amiga (bueno amiga, amiga, más bien conocidilla) super rallada porque su novio (un gran amigo, hasta hace una hora) se olvidó que ayer fue su cumple. Como estoy de vacaciones, se supone que puedo perder una hora de mi vida al teléfono escuchando a una histérica despotricar a todo trapo sobre su novio.
Des de aquí quiero agradecerle a Javier que se olvidara del cumple de su novia. Así el hecho que yo no la felicitara ha pasado a ser insignificante.
El año pasado me lo echó en cara durante varios meses y cuando me felicitó me dijo algo tal que así "felicidades, para que veas que algunas si que nos acordamos de felicitar los cumpleaños".
Gracias, esta vez no he sido yo quien ha quedado como el culo.
Gracias por la hora de odio, rencor, histerismo y hormonas descontroladas que me he tragado de buena mañana. Si, las 12 son de buena mañana ¡cabrón!
¡Ah, si! un consejo para tu próxima novia (si, realmente está cabreada): apunta su cumple en el móvil, en el office, en el calendario de casa, dile a un par de amigos que te lo recuerden, díselo a tu madre, ellas suelen tener buena memoria para estas cosas. Tatúatelo en el nabo o haz lo que quieras, pero que no se te pase el cumple de la tía que te estás zumbando. Y si lo haces asegúrate que no tiene mi teléfono. Porque después somos otros los que nos tenemos que comer tus marrones, gilipollas.
Por cierto, a ver si me acuerdo de llamar al desmemoriado ese que hace tiempo que no quedamos para tomar algo.