La cena de Navidad fue jugosa. No tan solo por el papeo, por mi tendencia de ligar con los camareros y guiris del local sino porque hubo risas, llantos, puñaladas por la espalda, puñaladas de frente, indisposiciones transitorias y ambulancias.
Me recordó bastante a una cena de despedida de soltera de esas que organizan las inglesas. Y gracias a los Pakis al final también hubo ramo de flores que lanzar. Y yo allí alegre como una cuba disfrutando del panorama. Y lo mejor es que este año no di la nota para nada, quedé en un cuarto plano (lo sé con la talla de mi pecho puede parecer imposible) todo el protagonismo se lo llevaron las ambulancias y las puñaladas.
Aclaro esto. Que puede inducir a creer que en nuestra empresa solucionamos nuestras diferencias al estilo Bronx. No las puñeladas fueron verbales y las ambulancias eran a diesel.
¿Cena de Navidad? ¿Usted sigue el calendario soviético o qué?
Posteado por Jake - 1 de Diciembre 2008 a las 07:05 PMTrabajo una empresa que no se deja regir por lo que dictan las modas.
Les parece muy convencional celebrar la Navidad en diciembre.
Que quede claro que no es porque era más barato celebrarlo en Noviembre. ¡Puta crisis!