¿Qué he hecho este fin de semana? Nada.
Y eso me ha hecho que pensar. La felicidad existe pero es tan difícil de hacerla durar. A mi me ha durado hasta esta mañana que eh tenido que madrugar para ir a trabajar.
El sábado y el domingo no hice ni el huevo. El sábado al mediodía me pedí una pizza y una botella de coca-cola y me alimenté de ello hasta ayer por la noche. Del sofá, al lavabo, del lavabo al sofá, del sofá a la cama, de la cama al lavabo, pasando por la casilla de la butaca del pc. Quizás les pueda parecer un desperdicio de fin de semana. Pero a mí me ha sabido a gloria, gloria bendita. Y no podré disfrutar de otro así en muchos meses. Así que me he regocijado en mi holgazanería.