- Ya sé que más vale pájaro en mano que ciento volando. ¿Pero quieres decir que tienes que ir todo el día con la chorra en la mano?
- No me rompas las pelotas.
- Difícilmente te las romperé si te las estás tocando todo el santo día. Deberías de ponerte crema o algo, lo debes tener todo irritado de tanto frotar.
- no estoy todo el día.
- Oh, lucky me! Solo te las tocas cuando estás en la oficina.
- que me olvides.
- Vale, pero creo que deberías ir al médico, eso como mínimo deben ser ladillas.
- vete a la mierda, subnormal.
- Sin faltar, tontopollas, que yo solo me preocupaba por tu problemilla. Pero nada sigue arrascándote, como un perro sarnoso, a ver si se te cae a cachos.