Después de una semana de obligado retiro, volví al tajo. Vuelta tranquila como ya dije. Pero es que me daba pereza estar cerrada en la oficina así que ayer me tomé la tarde libre y me fui para casita a hacer "sofasing" y viciarme un poco con la wii. Al medio día llega mi compañera de piso a comer a casa y se lo flipa porque estaba en casa a esas horas. Después de los saludos y preguntas de cortesía me dice que menuda vida me pego. Me la quedo mirando fijamente y le digo "no soy yo la que tiene fiesta todas las tardes de los lunes y de los viernes". Sonreímos las dos y en ese momento me suelta "la vida a veces no es tan triste".
Y después de perder tres horas jugando con la wii un martes por la tarde, realmente creo que tiene razón la vida a veces no es tan triste. Por supuesto hoy en la oficina cuando me han preguntado que hice por la tarde solté lo de siempre "nada, aproveché para hacer unas gestiones". Creo que van a empezar a llamarme "la gestora".