Estaba desayunando tranquilita en la cocina cuando "someone"" entra y me jode el momento desayuning.
No me gusta desayunar en compañía. Por la mañana, no soy buena compañía. Ya es duro levantarse para encima tener que socializarse. Pero como llevaba los cascos he hecho como si no lo hubiera visto. Estúpido, la cocina es muy pequeña y mis legañas matutinas no llegan al punto de provocarme ceguera. Pero de ilusión también vive el zombi matutino.
Mientras leía la prensa, escuchaba música e intentaba hacerme pequeñita-pequeñita, "someone" iba preparándose el desayuno. No he visto nadie más ruidoso. Es increíble, el ruido que puede llegar a hacer "someone" para hacerse unas putas-tostadas.
Una vez ha acabado de DESTROZAR LA COCINA/HACERSE EL DESAYUNO se ha sentado y ha tardado la friolera de dos minutos en perturbar mi paz interior.
- ¡Pero tía! ¿Que coño desayunas? ¿Una lata de atún?
- Amxcfsdicfaxmaipom fsf
- ¡Puta-crisis! Si es que con la mierda ese del ERE, no me extraña.
- Ñoosifnecywecbybuhjc fsf
- Es muy triste ¿quieres una tostada de las mías?
- Gerwogthjkiosx fsf
- No seas así. No me cuesta nada hacerte unas tostadas.
- Sagafanbopwechitrst fsf
- Es un momento, ya verás.
- Era una lata de piña, cegato de mierda, y no quiero nada, se me ha quitado el hambre de golpe, gilipollas.
- Prefería cuando hablabas codificado.
- Sfcnj hnurecuwenyc uihufh fsf, ¡fsf!
- ¡Eh! ¡Eso lo he entendido! Y eso lo será tu madre.
<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 1 de Mayo 2010 a las 02:44 PM