La última vez que estuve en su apartamento estaba todo más. ¿Más qué? Más lleno. Supongo que ahora que apenas vive aquí necesita menos cosas. Y una de esas cosas que no necesita son los montones de inmundicia que solía acumular allí y allá. Él había salido ganado con el cambio, pero aquello había sido una dura derrota para las cucarachas y aquel bicho que hacía unos grititos inquietantes a las dos de la madrugada. Podríamos decir que ahora temía pisar alguna cucaracha en vez de ser pisada por cientos de ellas.
Y no paraba de preguntarme si el estudio ese de cual tanto hablaba tendría ahora el mismo aspecto que tenía antes su apartamento. O por si el contrario ahora que vivía con un diseñador de interiores viviría en una especie de catalogo de Casa y Jardín. Pablo era lo más parecido al anti-locaza que jamás había conocido. No sabía combinar los colores, no le gustaba Madona y su noción de culto al cuerpo era ir a cenar a "cal Fern" una vez al mes. Sino fuera por su deleite por los penes hasta él mismo hubiera dicho que era un hetero cromañónico.
Pero Pablo había cometido el fatal error de enamorarse del propietario de un pene colosal, pero marica de manual. Diseñador, loca y amante de los tonalidades pastel. Vaya de los que dan mala reputación a los homosexuales, un estereotipo de revista de cabaret. Pero el amor es así, así de cabroncete, y Pablo no solo se ha enamorado del tipo ese, sinó que incluso habla de envejecer junto a él.
Somos sus amigos, le queremos y le hemos aguantado demasiadas cosas como dejar de hablarle por algo como eso. Pero te juro que cuando ese tipo habla yo solo oigo bla bla bla y después de veinte minutos de bla bla bla solo deseo arrancarme las orejas con mis propias manos y perforarme el pabellón auditivo con aguas de tejer del número 32. Ya he liado con novios/as de amigas/as gilipollas, pero es que ese tipo me supera. Así que cuando me dijo que se iba a vivir con él, hice lo único que una buena amiga puede hacer en estos casos. Desearle que sea muy Feliz e ir corriendo al quiosco a comprarme el último número de "Casa & Estilo".