- ¡APIO!
- Me llaman y como el rayo acudo.
- Tú que siempre te estás quejando de la música
- Es que esta música es una puta mierda. Cuando yo pinchaba la peña estaba más animada.
- Bueno, recuerdo alguna que otra queja sobre dolores de cabeza.
- ¡Putas menopausicas de administración! Grrrrrrrrr. Pero algún día volveré y...
- Bueno no te alteres y dime una canción que te gustaría oír y que sea difícil de encontrar.
- Bufff "Ad confractionem: Gustate" de los monjes de Silo.
- ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda!
- ¿Eso quiere decir que no me la vas a poner?
Es de todos sabido que en el día de santa Merceditas (patrona de mecedoras, zapatos de mujer ridículos, coches caros y barceloneses) suele llover. Cuenta la leyenda (¡niño! Difumíname un poco la imagen y pon música celta) que la patrona de Barcelona era Santa Eulalia, Lali pa los friends, hasta que un día y tras una campaña agresiva de una zapatería decidieron que la nueva patrona de Barcelona fuera Mercedes. Mercedes Benz que dijo el cura de turno. Y mercedes Fuenz (chiste malo, lo sé) y la Lali se quedó tan triste que pillo tal berrinche que parecía aquello el diluvio universal.
Y desde aquel día (siempre) para el día de la Mercè (pronúnciese "marsè" nombre catalán para Mercedes) llueve y se nos jode la fiesta.
Eso nos pasa por pillar patronas lloronas y patronas comodonas (zapato plano, mecedora, coche,...no sé ustedes, pero yo veo un patrón ahí).
¿Y porque no tenemos como patrona a Santa Ana (patrona de los guitarristas pasados de vueltas)?.