Ayer me quedé en casa de unos amigos porque bebí demasiado y no estaba en condiciones de coger el metro. Si, señores, tanto bebí.
Cuando bebes mucho te da mucha sed. Al menos a una servidora. Me levante a media noche y baje al piso de abajo donde esta la nevera con la tan codiciada agua fresquita.
Primero recordarles que aquella no era mi casa, aquellos no eran mis muebles y mi sentido arácnido estaba mermado por la ingesta de alcohol.
Así que cuando vi el árbol de navidad lleno de bolitas doradas pensé que eran ferreros Rocher y quise darle un muerdo. Afortunadamente tenía tanta sed que solo pensaba en beberme todo el agua de la casa.
Pero esta mañana cuando nos hemos levantado y les he felicitado por la gran idea de adornar el árbol con chuches, me han mirado raro. Después he dio al salón. Y me he maravillado aun más. Había madrugado para volver a cambiar la decoración del árbol, esta vez, con las clásicas bolitas y guirnaldas.
Eso si, los pobres iban tan pedo que ni se acuerdan de haberlo hecho. ¡Bendito alcohol!
¿Han puesto el árbol de navidad en noviembre?
La gente se ha vuelto gilipollas.
Posteado por Jake - 15 de Noviembre 2010 a las 09:33 AMEn el fondo quiero pensar que es el mismo del año pasado que no lo llegaron a quitar por pereza.
Posteado por apio - 15 de Noviembre 2010 a las 09:58 AM