- (1): Se te oye realmente mal.
- (2): Estoy realmente mal.
- (1): Eso te pasa por ir a la cena con corsé y transparencias.
- (2): Primero, no eran transparencias, era encaje. Segundo, él que iba con corsé y encaje eras tú, no yo.
- (1): Cierto, ¿te estás tomando algo?
- (2): Coñac con miel.
- (1): ¿Eso es algún tipo de cubata?
- (2): Como me lo tomo yo...podría serlo.
- (1): Oye, la cenita estuvo muy bien.
- (2): Si, lo estuvo. Tenemos que repetirla.
- (1): ¿qué te parece el próximo año? Para estas mismas fechas.
- (2): Si, estupendo ¿Y qué te parece? podríamos llamarlo cena de empresa.
- (1): No, que entonces tú no podrías venir.
- (2): He ido a las últimas dos. No trabajar con vosotros nunca ha supuesto un freno para no ir.
- (1): Sí, es cierto, son ese es uno de esos tipo de detalles a los que no solía darles importancia.
- (2): Ese y que el corsé que llevabas te sentaba mejor a ti que a la modelo de victoria secrets, ladrón.
- (1): Vuelves a estar invitada el próximo año.
- (2): Gracias, aunque iba a ir de todas formas.
Y es que con la crisis mi empresa ya lleva dos años sin hacer la típica cena de Navidad. Así que el año pasado decidí ir a la cena de Navidad de otra empresa y este año he vuelto a repetir.
¡Oigan! una gran idea, puedes emborracharte y decir tantas barbaridades como quieras sin miedo a los comentarios en la oficina al día siguiente.