He soñado que He soñado que entraba en el gourmet de unos grandes almacenes que nos dicen cada año cuando empiezan las estaciones. ¡Del Corte Inglés, coño, del corte inglés, alelados!
Entraba de noche y llenaba dos carritos con productos de primerísimo calidad. Jamones 5 jotas, champagne francés, que una será catalana pero no gilipollas, bombones belgas, caviar de Beluga, paté de cisne (pongámoslos "fisnos") y demás florituras.
Porque solo dos carritos, coño, porque soy pobre y no tengo coche, y los había de cargar yo solita. Y lo que me costaba sacarlos y llevarlos en el metro.
Una vez en casa comenzaba a hacer cestas de navidad y a enviárselo a mis amigos y a la familia de mis compañeras de piso, a mis familiares y a mis colegas de curro (solo los que me caen bien) y a mi misma.
Al día siguiente todos los periódicos y televisiones (no escucho mucho la radio así que no sé si decían algo por la radio) comentaban el "hurto" de productos de primerísima calidad en el corte inglés. Y de repente comienza a entrar chicos con cestas de navidad chulísimas. Y todos nos emocionamos, porque pensamos que es una especie de justicia cósmica. Y por un momento se me olvida que he sido yo misma quien ha mandado las cestas de navidad. Hasta que caí que vale que tuviera todas esas cosas por la patilla, pero los repartideros quien narices los pagaba. Maldito Karma, me había puteado. No se puede robar los regalos de Navidad, siempre acaba saliendo mal.
Me consuela saber que solo era un sueño, en la vida real, me lo hubiera quedado todo para mí y así me hubiera ahorrado los gastos de envío. Ser egoísta siempre te recompensa.