Esto de estar a dieta es una mierda. Ya he superado lo de las croquetas, ya he superado lo de la pizza ¡incluso superé lo del chocolate con churros de los domingos!
Pero la vida tiene que ser algo más que sopas, ensaladas y cremas de verdura de primero y pollo o hamburguesa a la plancha de segundo ¿digo yo?
Y si al hecho de estar a dieta le tenemos que sumar la increíble flojera que me da todas las noches ponerme a cocinar la cena y la comida del día siguiente. Tenemos que acabo siempre comiendo lo más sencillo de preparar es decir que de martes a viernes como las mismas 4 cosas.
Así que ayer cuando llegué a casa y miré con hastió mi crema de berenjena y mi hamburguesa con boina de tranchete (rica, pero ya cansina) me deprimí. Después de mirar por todo el congelador y la nevera, decidí que hoy cenaría algo más elaborado. Así que cogí un cuarto de conejo lo metí en una bandeja y le puse aceite, vino, laurel, ajo, romero, tomate y cebolla y lo he dejado macerando 24 horas. Con lo de la maceración no tengo ni idea, así que lo de 24 horas me ha parecido bien: Sí a Bauer le va bien, a mi conejo también.
Y esta noche lo meteré al horno con un poquito de arroz y caldo que mi mama se encarga que nunca falte en mi nevera en invierno.
Y ya digo que no pienso ofrecer. Por mucho que repitan hasta la saciedad "uy, qué bien huele eso que estás guisando".
A mi también me gusta comer conejo por las noches.
Posteado por Jake - 3 de Febrero 2011 a las 03:56 PMpues ya me pasará alguna receta
Posteado por apio, inocente de mí - 3 de Febrero 2011 a las 04:15 PMEs fundamental comérselo caliente.
Posteado por Jake - 3 de Febrero 2011 a las 05:06 PMEntonces nada de un día para otro,¿no?
Posteado por apio - 3 de Febrero 2011 a las 05:11 PMSi no se lo come cuando está caliente, puede que otra persona se lo coma por usted.
Posteado por Jake - 3 de Febrero 2011 a las 06:03 PM