En dos años siete embarazadas. Y es por eso que voy a los lavabos de la empresa de enfrente.
Hoy he sido yo quien ha soñado con mi compañera de trabajo, pero no voy a decirle nada. No quiero que se piense que esto nuestro es reciproco.
Debería de estar mirando lugares donde ir de vacaciones en vez de trabajar, pero hay mucho curro y no me apetece hacer turismo. Si lo he dicho, y lo repito: no me apetece hacer turismo. Así que estoy por pillarme un apartamento en Formentera y desconectar teléfonos, ipads, portátiles (y todo aquello que por lo general me hace sentir segura) durante una semanita. En plan amish, bueno no en plan amish no, en plan ermitaño, pero ermitaño con unos portentosos pechos.