Los remordimientos son uno de los sentimientos que más me cabrean. No entiendo porque me he de comer el coco por algo que ya he hecho, y que si volviera a pasar volvería hacer. Y aún así hay están esos malos remordimientos. Me hacen sentir mal, pero no tienen ningún sentido, porque por tener remordimientos no me hacen cambiar la forma de ser.
Además me hacen calentar le cabeza buscando justificaciones al objeto del remordimiento. Si al menos los tuviera antes de hacer las cosas en vez de después, les encontraría algún sentido. Pero no, los tenemos después, para mortificarnos aún más.