Recuerdo cuando me instalé el messenger. Porque me lo instalé yo, y eso que tengo un hermano que se hace llamar informático (menuda puya BuenChaval).
Parece que fuera ayer, y ya hace unos 4 o 5 años, snif snif. Recuerdo haber agregado mis primeros contactos, con esa ilusión, Recuerdo mis primeras conversaciones, al principio insulsas, pero despúes muy rebeladoras. Recuerdo encender el PC y esperar que alguien estubiera conectado. Recuerdo la primera vez que alguién me pidió permiso para agregarme. Recuerdo la primera vez que práctique cibersexo por messenger.mmmmmmmm
Todo aquello parece tan lejano, ahora casi nunca estoy conectada, o me pongo ausente. Cuando hablo con mis amigos intento no alargar la conversación. Después de 4 o 5: ok, jeje, y que? seguidos, mis amigos lo acaban pillando y me dicen: Cuidate, hasta mañana, a10.
La verdad es que, ahora la he tomado por el monólogo, y el dialogo lo he dejado aparcado, creo que es un claro reflejo de los tiempos que corren en mi país. Elecciones al canto, polícos, mitines, despedidas emotivas, discursos.
Vaya me prometi no hablar de política, porque yo a los políticos no los entiendo, o no les quiero entender. Y aunque me apasiona hablar de cosas que no tengo ni pajolera idea y dejar al descubierto mi limitada capicidad cognisciva. Hoy no quería hablar de ellos sino del messenger.
Junto a los sms me han hecho saber + y conocer mejor a la gente.
Moraleja (barrio residencial de los Madriles): Que necesite de una máquina para eso, es muy triste. Pero no tan triste, como la incomunicación.
¿Cibersexo? ¿Contigo? ¡Puagh!
Posteado por Somófrates - 21 de Enero 2004 a las 10:16 AMDios bendiga el Messenger...
Posteado por Snob Neurotico - 21 de Enero 2004 a las 11:23 AMSomo te estas ganando a pulso, que te censure este comentario. O mejor aún que te lo manipule.
Posteado por apio - 21 de Enero 2004 a las 01:22 PM