Aquí tenéis una foto del puerto de Barcelona, está tomada desde lo alto del Castillo de Motjuïc. La hice ayer, Domingo, y me pareció una vista tan impresionante que no me pude estar de llevármela a casa.
La verdad es que desde era muy pequeña que no subía al castillo, lugar reservado para turistas o enamorados de las vistas. Y no recordaba que bonito se ve el mar en calma, como se une con el cielo y como se funde con el puerto.
El contraste del puerto de Barcelona, tan moderno e inquieto con el mar imperturbable y sosegado. Un puerto que cambia cada día con un mar que lleva aquí miles de años. Uno contempla al otro, uno vigila y el otro confía.
Lo he de confesar estoy enamorada de mi ciudad, y eso que es un amor perro. La ignoro, la maltrato, la engaño pero siempre vuelvo a ella, solo en ella me siento libre. Supongo que eso nos pasa a todos, nuestra patria, nuestra tierra, nuestro hogar siempre está allí, y aunque nos alejemos o lo ignoremos, sabemos que él siempre nos acogerá y nos querrá, como el primer día.
a mi me pasa lo mismo, salía el viernes del cine con una amiga y llegamos al cruce diagonal-paseo de gracia, y sólo se me ocurrió decir:
-no entiendo como alguien puede no querer vivir aquí!
aunque a mi la parte que más me gusta no es precisamente el puerto sino el barrió gótico, gracia y el ensanche!
besos
Mi abuelo me llevaba a pasear al castillo de Montjuïc, es una imagen que llevo muy dentro de mi. Toda la montaña, las vagonetas, el jardín de cactus, esa vista, la zona de tiro con arco, el antiguo parque de atracciones, un viejo funicular...
Esta ciudad nuestra tiene mil rincones encantados.