Hace unas semanas estuve hablando con una amiga. La verdad es que es de esas conversaciones que sabes que no van a cambiar tu vida. Era una de esas conversaciones que hemos tenido infinidades de veces. Era una de esas conversaciones que podría tener con ella, con él, contigo o con la novia del primo de tu amiga. Era una de esas conversaciones intrascendentales y banales. Y a pesar de eso hacemos malabarismos en nuestras agendas para poder tenerlas. Y a pesar de eso, el mes que viene volveremos a hacer malabarismos para volver a quedar.
Me alegro que te sigas riendo conmigo y me alegro de poder seguir riéndome con tus miserias.