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23 de Diciembre 2006

Cenas de navidad o Las gatas afilan sus uñas

Cena Navideña.
Hace unas semanas, viendo que se acercaban las Navidades los del Master tuvieron la original idea de organizar una cena Navideña, es más, rizando el rizo de la originalidad la llamaron “la cena navideña del Master”. Corriendo fui a apuntarme, pensando que sería una especie de fiesta temática, en que los asistentes deberíamos ir disfrazado de He-Man con gorritos de Santa Claus.

Los días iban pasando y en la lista seguían apuntados los mismo 17, del principio, así que se decidió hacer la cosa más interesante “y si hacemos un amigo invisible”. Eso fue el golpe definitivo, efectivamente, ahora íbamos a ser 14 a la cena.
Los días iban pasando y todos nos íbamos contagiando del espíritu Navideño “¿alguien tiene unos cleenex?” “¿alguien tiene un frenadol?” ¿alguien ha visto mi ventolin?” “ajium ajium y unos cuantos achus para todos”. Porque dijeron que eso era el espíritu Navideño que sino yo hubiera pensado que era una gripe común.
Y al fin el ansiado día. “Pero hoy juega el Barça”, y claro como la mayoría son extranjeros no saben que el Barça jugará más días a parte del 21 de diciembre, pero ya se sabe estos guiris…Así qué. 12 éramos 12 para la cena, bueno no está mal. Nos íbamos consolando y echando maldiciones aquellos rajaos que no se habían apuntado. Vale esto último solo lo hacía yo, pero se me da muy bien, hay que aclararlo. Efectivamente el Barça empató, y pasaron mucho frío y hambre. Como había vaticinado.
Las 6 empezaba el master íbamos muy guapos todos y todas, claro que la cena se lo valía, y teniendo en cuenta que yo iba a asistir, entiendo que quisieran causar buena impresión. En ese momento nadie podría imaginarse lo que iba a suceder durante esa última clase del año.
Hacia las 20.00 zulú, un olor azufre de la última fila comenzó a venirnos a todos. Abrimos las ventanas pensando que era un escape de gas, pero andábamos equivocados. De repente una mujer, de las que asisten de higos a brevas al master dio tremendo manotazo en la mesa, y comenzó a escupir sapos y culebras. El profe blanco como las cosas que son muy blancas, se quedó sin palabras. Aquella mujer estaba fuera de control, y lo que era peor, daba mucho miedo y tiraba perdigones. Después de girar su cabeza a más de 50 revoluciones por segundo, si, si, por segundo, comenzamos a poder entender algunas de los improperios que soltaba. Vaya, ya se me han vuelto a adelantar en la asignación del síndrome de Tourete.
Les pongo en antecedentes, el master está compuesto por un 80 % de extranjeros y un 20 % de nacionales. Y estos nacionales, pues que somos cada uno de una provincia distinta, está bien eso. El hecho es que una de nuestras compañera del otro lado del charco es una mujer muy exuberante, para que me entiendan, Y no tan solo eso, sino que es muy participativa, por lo que aun se le ve más. Así que las personas que tiene algún tipo de inseguridad, trauma, envidia o simplemente que están amargadas, podrían cogerle un poco de rabia.
Así que durante una de las explicaciones del profesor la chica despampánate salió a la pizarra para hacer la síntesis de la explicación, porque ahí nos estábamos montando un pitote de ideas. Entonces la mujer con el síndrome de Tourette da tremendo manotazo en la mano y comienza “yo no he venido a este master a ver estas payasadas, oye mona, me parece muy bien que te peines tu preciosa cabellera, Y todos sabemos que tienes un culo increíble y que estás muy buena, pero yo aquí no he venido a ver tus payasadas, he venido a aprender, vale monina”. Después siguió diciendo improperios contra la chica de buen ver, pero no alcanzaba a entenderlos creo que para entonces ya hablaba en arameo.

Después de quedarse a gusto, ella y los 4 jinetes de la Apocalipsis cogieron sus cosas y abandonaron la clase. Por lo que a la cena acabamos siendo 10, eso sí ¡qué 10 señores! nunca se había criticao con el arte que lo hicimos nosotros. Todos estábamos indignados por la forma en que le faltó al respeto a la compañera. Bueno todos menos yo que a mí solo hubo una cosa que no me gustó. Nadie alabó ni mi pelo ni mi culo, me siento ofendida y dolida. ¡Jo! si me hice dos coletitas y todo, si alguien que yo me sé me dijo que parecía una chica de esas que sale en los Hentai, y todo. Pero la chica Tourete ni se digno ha decir dos palabras de mi culo. Creo que voy a comenzar a usar de esas bragas que realzan el culo.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 23 de Diciembre 2006 a las 03:37 AM


Comentarios: Cenas de navidad o Las gatas afilan sus uñas

¡Pero si no ha contado lo mejor! Jiji, cuando les dijo a todas que estaba malita y se iba a casa, y en lugar de eso se fue a...

Posteado por Jake - 23 de Diciembre 2006 a las 02:52 AM

Y usted va con la monina o con la que le gritó en clase??

Posteado por ZIbuk - 23 de Diciembre 2006 a las 12:49 PM

Sr. jaquemate: A una farmacía a comprar medicinas, y después para casa.
Sra. Zabuak: Prefiero no pronunciarme, pero solo le diré que no hicieran mención ni a mi pelo ni mi a trasero me dolió mucho.

Posteado por apio - 23 de Diciembre 2006 a las 02:57 PM

No sea Ud. TAN sensible, ya lo mencionarán :P

Posteado por Céline... - 23 de Diciembre 2006 a las 05:07 PM

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