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22 de Enero 2007

Confesiones

Querido Jean, parece estúpido que te escriba esta carta teniéndote tan cerca. Podría llamarte por teléfono, aunque sabes que no me gusta hablar por ese dichoso aparatejo. O podría quedar a tomar un café y charlar tranquilamente mientras vemos los transeúntes pasar. O simplemente, esperar a la noche y hablar mientras cenamos tranquilamente en casa.
Pero en vez de eso, te estoy escribiendo, esta carta, y de la forma más impersonal posible, a ordenador. Se te deben estar erizando los pelos. Se que odias las cartas a máquina, que te gusta disfrutar de la caligrafía del remitente, por muy ilegible que sea ésta. Que la caligrafía dice mucho del otro, su personalidad, su estado de ánimo, …Pero estaba, en la sala de ordenadores de la facultad, sin ganas de estudiar y sin darme cuenta me he visto escribiendo esta carta.
Desde que regresé, que no hemos sacado el tema. Yo te lo agradezco, porque sabes que odio tener que dar explicaciones. Pero creo que tú, más que nadie te las mereces.
Lo primero es darte las gracias, por mucho que te repatee que te dé las gracias, te las doy. Solo tú me hubieras abierto las puertas de tu casa y de tu corazón después de todo. Después de haberte traicionado y haberme ido, sin decirte ni a donde ni el porqué. Fue una canallada, lo reconozco, y no tiene perdón, pero tu has sabido, no sé cómo, perdonarme.
Lo segundo, después de un primero siempre hay un segundo ¿no? Lo segundo es decirte que estos años que hemos pasado separados, fueron duros, pero necesarios. Creo que me han hecho darme cuenta de cuanto te aprecio. Y del verdadero sentido de la amistad y del cariño. Me gustaría poder asegurarte que nunca jamás volveré a desaparecer cómo entonces, pero ambos sabemos que te estará mintiendo. Y sé que no soportas las mentiras, ni tan siquiera las piadosas.
Aún me parece increíble, que nos levantemos y hablemos de tiempo, de la política, del trabajo, de Ingrid, del sr. Snaider o Sneider, o ¡cómo diablos se diga! Sin más. Cómo si nada hubiera pasado, que nos veamos en la facultad, me sonrías y me preguntes por los estudios, como si nunca me hubiera ido, como si todo este tiempo hubiéramos estado juntos.
Aunque me obligo a no demostrártelo, yo me siento un poco incómoda, han pasado tantas cosas, tantas cosas que no hemos compartido. Cosas buenas y malas, importante y banales, una infinidad de vivencias de las cual no somos cómplices.
Pero ahí estás tú, cada mañana con tu sonrisa y ofreciéndome ni primer café, preguntándome que tal dormí, siempre con tu mejor sonrisa. Y a la tarde cuando regresas, no me falta tu beso en mi pelo, tú ¿qué tal el día?, tu sonrisa nuevamente.
Sabes que no se me da bien pedir perdón, lo sabes. Quizás por eso de esta carta, aunque sepa que te da a rabia que la escriba a ordenador. Pero necesitaba decírtelo, necesitaba pedirte perdón, por todo el daño que te hice. Eso es lo único que me atormenta, que durante todos estos años, yo siempre supe que estabais bien, que estabais aquí. Mientras que tú, sin embargo, no sabías ni tan siquiera si estaba viva o muerta. Bueno eso no es del todo cierto, pero conociéndote seguro que sufriste por mí. Siento haberte hecho sufrir. Lo siento en lo más profundo de mi alma.
Te quiero, Jean, gracias por estar ahí, gracias por volver a acogerme, como si nada hubiera pasado, gracias por ser mi amigo.
Y lo tercero, ya se sabe, no hay dos sin tres. Es la dichosa explicación. Que tanta pereza me da, pero que tanto te mereces. Hace 6 años desaparecí de vuestras vidas, de la noche a la mañana. Sin a penas dar explicaciones, creo que aquel mensaje en el contestador, no vale como explicación. Y se que compartes eso conmigo. Hace 6 años, creí que ya no valía la pena continuar, ni con mi forma de vivir, ni con los estudios, ni con la familia ni con los amigos.
Después de que Enric nos dejara, me sumí en un pozo de desesperación, y pensé que la única forma de salir a flote era huyendo. Y en cierto modo, así fue. Pero hay maneras y maneras, lo sé. Un buen día hice mis maletas y tomé un tren hacía Valencia, donde vivía mi prima. Sin decir nada, sin despedirme, sin dejar una triste dirección o un teléfono. Ya en casa de mi prima, me plantee que iba a hacer con mi vida. Trabajé todo aquel verano, para ahorrar el dinero suficiente para pagarme el pasaje a Londres y la estancia por un par de meses. De paso reciclaría, mi inglés, pero no fueron unos meses, fueron seis largos años. Los idiomas, siempre me han costado. Lo sé, no es momento de bromear. Allí, empecé de nuevo, allí era una total extraña, yo solo era yo. No era la hija de, la hermana de o la esposa de. Solo era yo, una desconocida más. Era lo que estaba buscando, empezar de nuevo, empezar de cero. No fue hasta hace, un año que por casualidad me topé con Helena, y estuvimos charlando de los viejos tiempos. No fue hasta entonces que me di cuenta, cuanto os añoraba, a todos. Cuanto te añoraba a ti. Fue entonces cuando decidí regresar, necesitaba volveros a ver, comprobar que podía miraros a la cara sin verle a él. Y aunque hay días en que le sigo viendo a él, cuanto te miro trabajar en tus papeles, ya no es con esa sensación de angustia. Ya no. Ahora es con cariño. El tiempo todo lo cura, que dicen, mi tiempo fueron estos seis años. Seis largos años de luto. Lamento haber sido tan egoísta durante este tiempo, realmente lo lamento.
No sé si darte, esta carta, o seguir con la frialdad que dan estos trastos y enviártela por email, para acabar de fastidiarte. No solo a máquina sino que ni te dignas a dármela a mano, como si ye estuviera oyendo.
Eso es todo, lo sé esa no es una manera de acabar una carta, pero por una vez deja de ser tan repelente hombre, te quiero.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 22 de Enero 2007 a las 02:58 AM


Comentarios: Confesiones

¿Quién ha averiguado la contraseña de Apio y le está reventando el blog?

Posteado por Zibuk - 22 de Enero 2007 a las 03:56 AM

Esta carta, ¿es la que "debería haber sido" o la "que es"?.

¿Qué le parece, señorita Apio, que nos unamos y pongamos una bomba en Amsterdam y la reventemos entera? Pero una bomba gocha, gocha.

Posteado por Jake - 22 de Enero 2007 a las 04:20 AM

Uff!!, cuanta sensiblería ¿premestruación?

Posteado por Squall - 22 de Enero 2007 a las 11:17 AM

¡Cuánta sensibilidad!

Posteado por Cél.. - 22 de Enero 2007 a las 07:48 PM

Me has dejado con mal cuerpo, a la tarde te llamo.

Posteado por hombre de chocolate, chocolate del bueno - 23 de Enero 2007 a las 03:09 PM

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