Charles Bronson (el dios de la venganza) es uno de eso personajes que ocupan los pocos recuerdos de mi infancia. Debido a la terapia de electro shock, diversas lobotomías y una tarde entera viendo el debate de la nación no consigo recordar mucho de mi infancia.
Pero las pelis de Charles Bronson, esas es imposible olvidarlas, nadie como él para limpiar una ciudad de tipos indeseables. Es de todos sabidos mi pasión por los hombres con carácter: el Dios de dioses BRUCE LEE, el dios de la venganza CHARLES BRONSON, el salvador JACK BAUER, la patada voladora hecha wanker de Texas, CHUCK NORRIS, el mono borracho de Jackie Chan, el gran Budd Spencer y un largo etcétera de farrulleros.
Así que cuando le dije a mis amigos que me iba, comenzaron a planear una fiesta de apendizaje por todo lo alto. Cosa que por propia experiencia sé que se queda en agua de (moncho) borrajas. Pero ayer me llamó, E. Hacía mucho tiempo que no hablaba con E. Esto de vivir en comunidades autónomas distintas, separa mucho. Me comentó que subiría para Barna (para los que no son de España es como también se le conoce a Lugo) en noviembre. Dios bendiga a las primas en edad casadera, y que encima se casan. Y cuando le di la nueva dirección. Me soltó dos cosas un ya era hora, que ya eres mallorcita para vivir con tus papis y tengo el regalo ideal para tí.
Después de atormentarme durante más de 20 interminables y agonizantes minutos. Me lo dijo. Me va a regalar un póster de Charles Bronson para mi cuarto. ¡No es bella la amistad?