Esta mañana me he levantado con fiebre y con un sello de 30 céntimos en mi cama. Así que un miércoles más. Le obsequio con los miércoles de Schpenhauer.
Debido a la fiebre solo me veo capacitada de hablarles de un tema sencillito. Hoy les hablaré de la belleza.
La belleza (o como es conocida en círculos académicos, cinéticos y herméticos lo que chana que te cagas) es todo aquello que se parece a mí. Cuanto menos te parezcas a mi más alejado de la belleza estarás. Si, hoy me he levantado con fiebre y creída ¿pasa algo?.
Para los que no les sirva esta teoría, muy correcta por otra parte, también existe la creencia que la belleza es todo aquello que nos hace sentir cómodos. Por lo cual los salvaslips y las zapatillas de felpa son bellos. Es más hay pocas cosas más bellas que una cama de matrimonio, quizás una cama de matrimonio con sabanas limpias. Pero eso ya sería extasiarlos de belleza. La belleza como todo en grandes dosis empalaga. Pero seamos sinceros, ¡a quien le importa!
¿Cómo saber si algo es bello? Nunca preguntar a una madre o a una abuela. No porque no sepan reconocerla belleza. Sino porque es un buen consejo para cualquier tipo de pregunta. Yo siempre llevo una foto mía para compararlo. Pero como no tengo fotos para todos, les daré un consejo. Si le dan arcadas, vomite, mejor echarlo. Y para saber si una cosa es bella lo mejor es mirarla. Hay otros métodos pero no están al alcance de para sus simples mentes.
¿Como encontrar la belleza? No sé lo creerán, pero en el diccionario! Y mejor que busquen por la b, créanme sino hacen por la v, tendrán una crisis existencia de órdago. Si alguien les dice que la belleza se encuentra en nuestro interior, ábranlo en canal para ver si realmente es bello o solo un gilipuertas cursi más.