A veces sobran las palabras. Pero cuando estás en una conferencia y eres tú el conferenciante no es una de esas veces.
Hay silencios incómodos. Solo si los mantienes de pie y con tacones durante más de 6 horas seguidas.
El que calla otorga Pues a mi no me otorgaron mi título precisamente por tener la boca cerrada.