« ¿Qué hago con mi vida? | <__trans phrase="Main"> | Pero mira como beben los gilis en el río. »

10 de Enero 2008

El paciente destino

El destino intenta comunicarse conmigo.

Desde el día 2 de enero, el día 1 no que estaba demasiado resacosa para cualquier tipo de comunicación, el destino intenta comunicarse conmigo.

Primero me envió un montón de señales de todo tipo. Pero soy una persona despistada y perezosa por lo cual ignoré todas y cada una de ellas. El destino que es casi tan obstinado como yo no se dio por vencido. Viendo que las señales no surtían efecto decidió cambiar de estrategia. Cosa que debo aplaudir yo hubiera tirado la toalla o me hubiera asegurado que la otra persona también tenía un libro de “cómo ver e interpretar las señales que el destino te envía”.

Cuando las señales se acabaron, empezaron los mensajes, primo fueron notitas enganchadas con los imanes de la nevera. Pero paso poco tiempo en casa y me suelo fijar más en el interior de mi nevera que de su exterior. Todo sea por evitar de nuevo una intoxicación por ingerir pintura blanca esmaltada.

Después me fue dejando notitas en la habitación, pero he de confesar que últimamente no hago mucha vida en ella. Un día me encontré una notita al lado de mi pc en el trabajo. Pero se la di a mi compañera porque no era nada sobre mi barco. Y cuando no sé lo qué es siempre se lo doy a ella.

Visto lo visto. El destino comenzó a dejarme mensajes en el buzón de voz. Pero jamás he usado el buzón de voz, así que solo hoy eso de tiene 6 mensajes de voz, tiene 7 mensajes de voz, tiene 8 mensajes de voz, tiene 9 mensajes de voz,…
Así que el martes se plantó en mi oficina dispuesto a entregarme el mensaje. Pero como no tenía hora no lo recibí. Íbamos muy liados porque un cliente estaba jugando al poli bueno-poli malo con nosotros.

Así que ayer cuando llegué a casa, ignoré todas las señales, las notes de la nevera, los post-its en el salón, los mensajes del contestador y me fui a la cama. Convencida que fui a la cama se escribe con y. fui, no cama. Y al subir a la cama me lo encontré allí tumbado dentro de mi edredón mirándome fijamente. Le sonreí, bostecé y le dije que estaba totalmente K.O y me metí en la cama con él y me dormí al cabo de 3 segundos.

Esta mañana quería darme el mensaje pero me he quedado dormida y ya llegaba tarde al curro, así que lo h3e dejado en casa tomándose unas tostadas. Quizás está tarde haya más suerte. No, espera, esta tarde he de ir a comprar las cosas para la MorciWiillada de mañana. Bueno, otro día será,

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 10 de Enero 2008 a las 09:57 AM


Comentarios: El paciente destino



Deja tu comentario: