Soy tan pobre que hoy no me alcanzaba ni para este post. Así que le he pedido prestado algo de calderilla al sin-techo que hay siempre en las puertas de la oficina para poder hacerlo.
¿La cuesta de enero? ¡Esto es el Tourmalet de enero!
Y el hijo de la gran puta que cuando se discutía cuantos días iba a tener cada mes y dijo: pues a Enero le podíamos poner 31 le colgaba de los cojones del campanario más alto.
Esta etapa de austeridad de mi vida me ha hecho darme cuenta de varias cosas. Puedo pasarme 72 horas en fase borrachera-resaca-borrachera- uy uy uy que malita-borrachera-resaca- puntito- resaca. Sin gastarme ni un céntimo.
¡Dios bendiga los amigos con mueble bar! ¡Dios bendiga las despensas con cervezas! ¡Dios bendiga los sinpas en patines!