Llevo venti-pocos años viviendo en esta ciudad, ¡toda una vida! y esto aun no me había pasado. Ayer a la noche me paseé por toda la ciudad con una limusina de 11,9 metros de largo.
Si señores, ayer tuve la gran suerte que un conductor de autobús me llevara a mi solita desde una punta a otra de la ciudad saltándose todas las paradas, cogiendo atajos para ir más rápidos y dejándome enfrente de mi casa. El hecho es que estaba esperando el autobús en la parada de autobuses. Porque si esperara el autobús en la parada de taxis, lo más seguro es que el autobús no parara.
Por ahora nada que no hubiera hecho alguna vez ya. Pero cuando el autobús paró e hizo bajar a todos los pasajeros, yo rauda cual rayo, me subí, piqué mi billete y me senté (cosa que también suelo hacer).
El autobús arrancó y yo conecté mi mp3 porque aún no tengo el iphopne (sino me hubiera puesto a escuchar mi iphone). Al cabo de unos 15 minutos el conductor se percata que estoy en el autobús y me chilla. ¿Cuándo te has subido? ¡que está fuera de servicio!.
Yo haciéndome la longui (no es por nada pero se me da muy bien) le contesté que en la parada de inicio de ruta y que incluso le había dicho buenas noches tenga usted caballero. Cosa que era una trola como una catedral, pero claro el tío llevaba más de 15 llevando una pasajera y sin coscarse.
Después de este primer encuentro un poco inesperado. Me preguntó en que paraba me quedaba. Le dije que final de parda. Sonrió, y me dijo que estaba de suerte que iba a cocheras y que me iba dejar en frente de mi casa. Por lo cual ayer a la noche llegué en un tiempo record a casa, tuve una agradable charla con el conductor (al final me dejó llamarlo Ambrosio y todo) y tuve todo un autobús para mi sola.
Yo que estaba acostumbrada a que los conductores arrancaran delante mis narices. O se pasaran mi parada. Fue del todo surrealista. Pero, moló.
Por cierto, ¡coño! no me va la ñ del teclado. Cada vez que quiero escribirla tengo que hacer un control+c.
¿Alguien tiene el teléfono de algún exorcista de teclados?