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9 de Enero 2009

Apio, the ñoña-maker

Quiero ser ñoña. Hace unos días se lo decía a mi compañera de piso. Yo quiero ser ñoña. Mi compañera de piso que no tiene ninguna fe en mí. Sobretodo, cuando mientras digo estás frases lapidarias se me va escapando la risilla.
Pero es cierto, ¿porqué no puedo ser ñoña? ¡Jopelines!
Molaría, al menos serlo por un día, no sé, pensar en rosita, que todo el mundo es bueno, que todo es bello,... y no sé, en vez de pensar que detrás de cada persona hay un asesino psicópata esperando que alguien toque el resorte adecuado para empezar con la masacre.
¿Quizás no sea ñoña, pero no me negarán que no soy una romanticona? ¡Joder cuanta negación junta! Ahora mismo ni yo sé lo que quería decir.
Pero déjenme soñar, déjeme pensar que mañana me despertaré y pensaré como una de ellas, que hablaré como una de ellas, que actuaré como una de ellas, que respiraré como una de ellas...Ahora que lo pienso ¿saben si las ñoñas son seres anaeróbicos?
Es duro, ser una persona que analiza, disecciona y ridiculiza cada uno de los gestos y palabras del prójimo y propias. Eso no te da mucho margen para la ñoñería. Pero no por ello voy a renunciar a mi sueño. ¡Maldición! He de dejar de ver tanto concurso de talentos por la tele.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 9 de Enero 2009 a las 08:30 AM


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