Estábamos en San Climent, en plena peregrinación, cuando de repente mi acompañante se dio cuenta que no tenía cobertura. Se puso como histérico, ¿y a hora qué? ¿Y si nos pasa algo? Ni al RACE podremos llamar.
¿Por qué tendría que pasarnos algo? ¿Porque habríamos de llamar al RACE cuando vamos a pata? ¿Por qué estaba ese tipejo hiperventilándose? ¿Por qué a Laura le queda mejor la mochila que a mí?
En eso que el bueno de Mikel dice "tranquilos traigo el portatil y tengo el MODEM ese portatil", sino podemos usar la PALM de Lore que tiene GPS.
Y es así como los de mi colla nos preparamos para retirarnos del mundo y desconectar de la ciudad. ¡Tócate los cojones!
En ese momento, sintiendo una vergüenza infinita, me retiré y me puse a jugar con la Nintendo DS hasta la hora de cenar. No vuelvo a salir de excursión con esos atajos de frikis.