Ayer me pillaron en el curro arreándole una patada al pedazo de ficus que tengo a mi espalda. La patada fue de tal magnitud, que derribé la planta. Eso provocó que todos se giraran y me calvaran sus miradas de repulsa ante tal acto vandálico que acababa de perpetrar contra la madre naturaleza.
Entonces me giré y les solté: "¿QUÉ? ¡Ha empezado ella!".
No es la primera vez que la tomó con la puta planta. Pero si que fue la primera vez que me pillaron. ¿Y saben qué? lo mantengo, fue en legitima defensa. ¡Puto Asma!
Y esta mañana la planta ya no estaba allí. Creo que le voy a dar una patada a uno que yo me sé, a ver si mañana por la mañana ya no está ahí.