¡Maldición perdí las llaves! Otra vez. Es la segunda vez en lo que llevamos de año que he perdido las llaves. Y el año pasado las perdí cuatro. No sé que pasa. Lo juro. No es que las vaya dejando tirad por los sitios. No. Al salir de casa solo cerrar la puerta las meto en el bolsillo de la mochila. Y al entrar a casa solo cerrar la puerta las vuelvo a meter. Y nada, no hay manera, aun así se pierden. He comprobado un millón de veces la mochila. Ni llaves, ni posibles agujeros por donde caerse.
Y claro, en casa no van a creérselo. Si pierdo las llaves es porque no soy cuidadoso. Voy a volver a mirara en la cazadora, no, ni rastro. Estoy tan muerto. Estoy tentado por coger las llaves de mi hermana, bajar corriendo al ferretero y hacerme una copia. Pero seguro que con la mala suerte que tengo me acaban pillando. Además padre con el rollo ese del bricolage va mucho al ferretero y ese tío es una Maruja. Y no sé pero siempre se entera de todo.
Estoy muerto, y este fin de semana es la acampada. Joder, voy a ver en la entrada otra vez.
He recorrido la casa como un perro sabueso. Y nada. Padre hace cinco minutos que debía haber llegado. Se me acaba el tiempo. Y ya no hay tiempo ni para ir al ferretero.
¡San Pedro! ya estoy en casaaaaaaaaaa.
Cuando volví de Sicilia pensaba que me las había dejado. Trauma doble, porque yo vivo solo y nadie me puede abrir la puta puerta. Pero al final yo me las había escondido a mi mismo en la mochila para no perderlas. Qué susto.
Posteado por Jake - 13 de Mayo 2009 a las 10:46 AM