Ayer estaba en el curro, pelín agobiada. Es más, a cada llamada mi humor iba agriándose más y más. Pero justo recordé que era viernes. O benditos viernes casi, perfectos. Solo mejorables por los sábados. Pero aferrarrme a ese pensamiento hizo que la tarde pasara un poco mejor.
Así que mientras contestaba a los de servicios administrativos que no habría nada que contabilizar sino me dejaban trabajar, y que sino había nada que contabilizar se irían a la puta alcantarilla de donde nunca debieron salir. Vale me aferraba al pensamiento del viernes pero es que los de contabilidad me sacan de mis casillas. Entonces recordé que tenía que enviar unos documento "SUPER-MEGA-HIPER-DIVINOS DE LA MUERTE ¿y porque no? bastante importantes" a nuestro agentes de Nueva York.
Así que tras escribir una email largo que et cagas con tres quilos de vaselina. Creo que hasta puse "please". Doy al botoncito de enviar, y me quedo con esa satisfacción de haber hecho el trabajo y haberlo hecho bien, y que cojenes antes de lo que nadie tenía previsto. Vaya que me sentía la tía más eficiente y eficaz de toda la oficina. Y recordemos que era viernes. Pero al cabo de unos minutos y al no recibir acuse de lectura comencé a inquietarme. ¿lo habré mandado correctamente? Revisé las direcciones. Si, no soy tan lerda. Vaya, no siempre. ¿Todo adjunto? Sí, aunque no lo estuviera, igualmente tendría acuse de lectura. Cuando habían pasado 2 horas, yo ya estaba desquiciada. El fin de semana se acercaba, y el lunes sería demasiado tarde ya. ¿qué hacer? ¿les llamaba? La última vez que llamé a nueva York, sudé tanto para entender a mi interlocutora que jodí la moqueta de la oficina. Vale, en momentos desesperados, decisiones drásticas. Utilizaría "el teléfono rojo volamos hacia Moscú" (algún día lograré que los demás también le llamen así, por ahora ya le llaman teléfono rojo).
Dicho y hecho descuelgo el teléfono y comienzo a marcar una brutalidad de números ¡soy disléxica, dios, apiádense de mí! (se escucha a mi jefe decir "apio, el número está memorizado en el 7", ya lo sabía, pero si quieres que las cosas se hagan bien las debes hacer tú mismo y no dejarlo en manos de una máquina. ¿des de cuando? Lo cierto es que es mentira, pero ya había marcado tropecientos números y no era cuestión de dejarlo, total solo me quedaban 5.
Así que después de 12 pis, alguién se apiada y descuelga el teléfono "¿alló?" (¡maldición, me he equivocado!) "NEWYORKs FDTHGDETRWSETR's office. Can I help you?" (¿alló? ¿No estaba llamando a los llueseis? Lo hacen todo para joder, si es que putos yankis grrrr). Tras que me pasaran con 4 personas logré hablar con "N". N es americana, americana de pura cepa, de esos del MAYFLOWER, pero estudió 4 años en Barcelona, por lo cual cree que habla el Español de puta madre. Pero eso es tan solo su opinión. La mía y la del resto de mis compañeros es que estudió en Barcelona, Illinois. El hecho es que le digo "cacho perraca, quieres hacer el puto favor de abrir el puto email que te acabo de enviar la puta modificación, puta" ¿qué? si estuvo en España 4 años, ya sabe que aquí hablamos con tacos o con muchos tacos. El hecho es que tiene los santos huevones de decirme que allí están de holiday. ¡Tócate los huevos! Estos americanos están muy mal de cultura, ¡pero hasta al punto de no saber que su fiesta nacional es el 4 de julio y no el 3 de julio! Que daño ha hecho ZP.
Resulta que como cae en sábado se han cogido el viernes también. Y después dicen de los Españoles, ¡tócate los huevos! ¡Atajo de haraganes! Y que allí solo estaba el reten de guardia, para cosas urgentes. ¿y que cojones cree que era lo mío? ¡Si hasta había utilizado el teléfono de emergencias! Y entonces con una pachorra (adquirida en los 4 aso que estuvo aquí fijo) me soltó. Eso es urgente para ti, no para nosotros. Ya lo discutiremos el lunes, pero ya te adelanto que no te aceptamos los cambios, Buenas fiestas! Y me colgó el teléfono cacho perra. ¡Así te estalle un petardo en la cara, zorra!
Así que salí de la oficina medía hora más tarde, para nada.¡ Putos Yankis!