Estaba yo bajo los influjos de una de esas setas de MarioBross, ya saben aquellas que daban supervelocidad y et hacían inmunes a las balas. Cuando me dio un chungo de eso que hacen que tu imagen se vea parpadeante. Como cuando se te acaba el efecto de la seta y te encuentras que estás caminando sobre un río de lava. Ya saben, lo típico de un viernes por la tarde a la salida de una gran ciudad.
¿El calor, las hormonas, la tensión, el hambre? ¿Qué será lo que tiene el negro? El hecho es que mi departamento de personas se ha visto drásticamente reducido a menos de la mitad. Por lo que toda blanca y con la vista nublada he retomado el trabajo. Y oigan, nadie ha notada la deferencia. Todos los clientes me han dicho eso de "¿de lunes, no?".
¡Jo! tampoco es que esté tan hecha polvo los lunes ¿no?