La chaman insiste que soy celiaca. Y yo le replico que vaya a tirar runas a la vía. Yo, yo no puedo ser celiaca, soy demasiadas cosas más para serlo. Es más sin haber estudiado ingeniería de puertos y caminos, puedo decir que si fuera celiaca no había sobrevivido a la infancia. Cereales para desayunar, bocata para merendar y el bocata de la hora del patio. Y nada, ni un pequeño amago de muerte por intolerancia alimenticia.
Sino te mata te hace más fuerte.
Pero eso no es lo que quería explicarles. Mi chaman esta tarada. Ayer me sorprendió con una cosa nueva. El alpiste. Si esa mierda que le das al periquito y que te llena la jaula de mierda. No va y me dice que debería tomar alpiste. Vale que en ese momento yo estuviera que trinaba por lo del gluten, pero aquello fue totalmente surrealista.
¿Si tomo alpiste cantaré como un jilguero? ¿Me saldrá pluma? ¿Será como el redbull y me dará alas? ¿Me convertiré en una buena pájara? ¿Me afectará la gripe aviar en vez de la gripe A? ¿?