La palabra de ayer era "Green-Fandango". Si, le he puesto el guión para que se una palabra y no dos. Que es mi blog y escribo como me sale de las cursivas.
Me moría de ganas de soltarla. Llevaba toda la mañana con ella dando bandazos por mi cabecita loca. Para que se hagan la imagen ¿se acuerdan de aquel juego arcade en que desde una plataforma se lanzaba una bola y tenía que ir destruyendo bloques de colorines? Pues "green-fandango" era la bolita, yo era la plataforma de las narices y mis neuronas eran las plataformas de colorines.
Eran las 17:00 y aún no la había soltado y viendo que el tiempo se me estaba echando encima. Me puse nerviosa. Así que cuando entró en mi oficina un excompañero le dije "¡hombre! greenfandango tu por aquí".
Claro, había quedado fatal. No era el contexto en que se debía aplicar el greenfandango, no venía a cuenta de nada. Pero necesitaba expulsarlo de mí. Así que lo arreglé haciendo como si en vez de haberle dicho Greenfandango le hubiera dicho David. Creando una perturbación en la fuerza que ni cuando Luke registro el cajón de la ropa interior de Leia (todo esto antes de saber que eran hermanos, claro). Pero como Green-fandango, digo David, ya hace años que me conoce, me echo una mirada de superioridad e hizo como si nada hubiera pasado.
Eso hizo que mi Green-fandando quedará totalmente anulado. Así que al marcharse, le dije "a ver si te pasa más por aquí, Green-fandango". Y eso ya no lo pudo ignorar. ¿"Green-fandando"? así que él también lo había oído y ahora estaba en su cabeza, yo ya era libre, ahora otro el portador del Green-fandando.
<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 3 de Octubre 2009 a las 10:38 PM